INAUGURACIÓN DEL MUSEO PANERAI EN FLORENCIA: EL PASADO NUNCA HA ESTADO TAN PRESENTE
El 19 de julio de 2019, Panerai inauguró una vez más su sede central histórica en Florencia. El espacio reinventado se ha convertido en un museo y una tienda insignia que recupera sus valores renovados: la vuelta a la artesanía imperecedera y al encanto de la aventura. Así ofrece la perspectiva de futuro de la marca, una visión que se anticipa gracias a la aguda perspicacia de Giuseppe Panerai.
«No hemos cambiado nada. Solo teníamos que eliminar la pátina que han ido dejando las décadas. La belleza que una vez se oscureció brilla ahora con toda su originalidad», afirma Alvaro Maggini, Director Creativo de la Maison. La sede central situada en Piazza San Giovanni representa la culminación de un destino que surgió con el primer Radiomir, al igual que una manzana preserva su esencia intacta en las semillas. En el interior de la boutique hay expositores que se asemejan a ojos de buey rectangulares adentrándose en el mundo submarino, el hábitat natural de la marca desde que Panerai recibió su primer pedido de la Armada Real Italiana en 1936. El número de vitrinas, cuatro en total, coincide con el de las familias de productos que reflejan la evolución centenaria de Panerai: Radiomir, Luminor, Luminor Due y Submersible. Cada una se distingue por un color (verde militar, marrón oscuro, amarillo de la década de 1970 y azul marino), que dejan un rastro conceptual ideado por el Laboratorio di Idee, la incubadora creativa de Panerai. Custodiadas en el interior de los expositores de vidrio corrugado de colores y bronce, se pueden contemplar las piezas históricas que sirvieron de base para innovaciones posteriores: lo que solo era una posibilidad en los años 1900 se ha convertido en realidad en el siglo XXI. Una evolución que el visitante podrá apreciar con total claridad a través de la organización de la exposición. Y la hospitalidad italiana está representada por la presencia de un mostrador, elemento que acabará haciéndose un hueco en las boutiques de todo el mundo.
En el centro del museo en el primer piso, entre muebles originales y el archivo de documentos, Giuseppe Panerai se sienta en su escritorio. Está ocupado leyendo una nota y levanta la cabeza levemente cuando oye que un visitante se aproxima. «La figura de cera es obra del Musée Grévin, en el distrito IX de París», explica Maggini. «La ropa fue confeccionada por un diseñador italiano y el cabello es real. Si es cierto que los ojos son el espejo del alma, bueno, gracias a esos ojos el alma de Giuseppe Panerai sigue ocupando su estudio.»
«La tienda insignia de Florencia, que incorpora las características únicas del museo, marcará la pauta para el desarrollo estético de todos nuestros espacios», afirma Jean- Marc Pontroué, CEO de Panerai, cuya firma sella el pasaporte Panerai; es de color burdeos, como un documento de viaje oficial italiano, pero con la esfera del Luminor 1312 en la cubierta. Durante el acto de reapertura se entregaron los primeros ejemplares a los clientes. «Para formar parte activa de nuestro club, los miembros pueden recoger sellos en los tres destinos más representativos de Panerai», continúa Pontroué. «Además de la boutique insignia de Florencia, se trata de nuestro histórico queche bermudiano Eilean y de nuestra manufactura suiza en Neuchâtel». Los sellos en el pasaporte Panerai atestiguan un viaje por el espacio, pero también un recorrido en el tiempo.
Fundada en Florencia en 1860 como taller, tienda y escuela de aprendices de relojería, Panerai fue durante muchas décadas proveedora de instrumentos de precisión para la Armada Italiana en general, y para el cuerpo especial de submarinismo en particular. Los diseños desarrollados por Panerai en esa época, como Luminor y Radiomir, estuvieron amparados por la Ley de secretos militares durante muchos años y no salieron al mercado internacional hasta que la marca fue adquirida por el Grupo Richemont en 1997. En la actualidad, Panerai diseña y fabrica sus movimientos y relojes en su manufactura de Neuchâtel. Sus productos constituyen una fusión sin fisuras de la historia y el talento italianos en diseño y la maestría suiza en relojería. Los relojes Panerai se venden en todo el mundo a través de una red exclusiva de distribuidores y boutiques de la marca.